Según la Cámara Hispana de Comercio de EE.UU., hay en el país más de 4.7 millones de empresas operadas por latinos y que, combinadas, aportan más de 800,000 millones de dólares anuales en la economía.

En la elección presidencial de 2020, el 66 % de los votantes latinos apoyó al demócrata Biden pero, y, en una prueba de la diversidad de este segmento de la población, Trump obtuvo más votos en algunos estados con población latina sustancial como Florida o Texas.

El ímpetu social y económico de los hispanos logró a comienzos de año la aprobación en el Congreso de un esfuerzo para construir, en Washington, el Museo Nacional del Latino Estadounidense que aspira a igualar las exhibiciones de otros museos en el Mall, o parque central de la capital estadounidense.

Las celebraciones en todo el país van desde festivales musicales y gastronómicos, a la publicación por parte de la Biblioteca del Congreso de 50 grabaciones de disertaciones de autores como la mexicana Elena Poniatowska, el poeta español José Manuel Caballero Bonald y la portuguesa Dulce María Cardoso.

El Servicio de Parques Nacionales publica un “estudio temático” titulado “Los latinos estadounidenses y la creación de Estados Unidos”, con la experiencia de personajes históricos como el sacerdote católico cubano Félix Varela, el bibliófilo puertorriqueño Arturo Alfonso Schomburg y la activista guatemalteca de los derechos humanos Luisa Moreno.

Numerosos sitios en internet ofrecen información sobre iniciativas relacionadas con el Mes de la Herencia Hispana y enlaces para cursos virtuales de cocina y danza latina, pues, como indica el diario digital de Oprah Winfrey, no hay que ser latino para “aprovechar la oportunidad de aprender más acerca de las culturas de los 21 países y territorios homenajeados”.

El Censo de 2020 indica que hay ahora unos 62.1 millones de latinos, el 18.7 % de la población, un aumento del 23 % en la última década, comparado con un incremento del 4.3 % entre la población no hispana.

“Durante generaciones, los hispanoamericanos han jugado un papel fundamental en la fortaleza y prosperidad de nuestro país”, dijo en declaraciones enviadas Rubén Gallego, representante demócrata por Arizona y presidente de BOLD PAC, el brazo de campaña del Caucus Hispano en el Congreso (CHC).

“Las contribuciones latinas al país son una parte integral de lo que hace que Estados Unidos sea único y hermoso”, añadió.

Los demócratas en el Congreso están en plena pugna por leyes que otorguen la residencia legal permanente, y una posterior vía a la ciudadanía, a unos ocho millones de inmigrantes, incluidos los amparados de la deportación con el programa Acción Diferida (DACA), los que tienen Estatus de Protección Temporal (TPS), los trabajadores agrícolas y los considerados “esenciales” durante la pandemia.

Este empuje de los legisladores latinos fue reconocido con el Premio Ohtli, el más alto honor otorgado por el Gobierno de México a personas u organizaciones que han trabajado para empoderar a la diáspora de este país.