Uno de los platillos principales dentro de la cena de Navidad y año nuevo en México es el de los romeritos, que no faltan en las cocinas mexicanas. Además de que su preparación es muy fácil, tienen muchos beneficios para quien los consume.

¿Cómo se saca provecho a los romeritos?

Esta planta, además de ser nutritiva, es sustentable y orgánica. Casualmente, este guiso no se encuentra en ningún otro país de América Latina, así que se hace de manera exclusiva. Muchos piensan que es una maleza, pero es una alga con un sabor único.

Los romeritos se encuentran en municipios de la Ciudad de México, como San Andrés Mixquic; San Nicolás Tetelco y San Juan Ixtayopan, en la delegación Tláhuac; y San Gregorio Atlapulco, en Xochimilco. El platillo es famoso en toda la República Mexicana, pero su consumo es mayor en el centro del país. Sobre cómo se dio el origen de este guiso, no hay referencias históricas; lo que se sabe de ellos proviene de las preparaciones rurales, donde los agricultores los cuidan y preparan con ellos comida tradicional.

Los romeritos tienen muchas propiedades sanas. (Foto de Carlos Ramírez)

La aportación nutrimental de esta planta es que es muy rica en minerales, vitaminas y ácidos grasos, además de que contiene omega-3, omega-5 y antioxidantes. Aparte, contiene ácido fólico, calcio, fibra y vitaminas A y C. Contiene sustancias como la clorofila, que ayuda a prevenir la oxidación celular, evitando arrugas y manchas en la piel, diabetes o enfermedades cardiovasculares.

“En la familia se compran alrededor de 4 kilos o manojos de romeritos. Se tienen que desramar, limpiar, pues es importante quitar los tallos, ya que de no ser así, los romeritos se agrian y no servirían por que alteran su sabor. Se tienen que enjuagar bien antes de ponerlos a hervir para quitar toda la tierra. Las papas y nopales se ponen a cocer también, mientras en la cacerola ya se tiene el mole listo para incorporar todos los ingredientes cocidos y picados. Los camarones deben ser secos y no muchos, pues solo le darán sabor”, dijo Esperanza Jiménez Loyo, ama de casa.

Tienen un alto contenido en vitamina C y protegen del estrés oxidativo que provoca la liberación de sustancias dañinas producidas por la ansiedad. La Fundación Española del Corazón los reconoce como el más genuino de los antioxidantes, por lo que México tiene a su alcance un alimento muy completo, sano y accesible.

Además de su alto contenido de vitaminas y minerales, mejoran la digestión, ya que producen un efecto de saciedad al comerse, lo cual puede tener gran ventaja si con esto se evitan los excesos. Son fuente alta de fibra, pues absorben el agua y aceleran el paso de los alimentos en el tracto digestivo, regulando el movimiento intestinal.

“Su sabor es único y es una opción rica y nutritiva si alguien de la familia no quiere comer carne. Por lo regular, se prepara una cacerola grande y no pasa del recalentado; a la familia le gustan mucho”, dijo Jiménez Loyo.

En la antigüedad, el 24 de diciembre era un día de vigilia, por lo que la degustación navideña se llevaba a cabo el 25. Se le conocía como “revoltijo”, pues era una mezcla de ingredientes mexicanos y europeos—papas, nopales, nueces, mole y romeritos. Este guisado es uno de los platillos cien por ciento mexicanos. Por eso no puede faltar en el menú navideño de cada casa.

(Editado por Melanie Slone y LuzMarina Rojas-Carhuas)



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