Los tiempos cambian, y ahora se discute seriamente la posible legalidad de la marihuana para fines medicinales.

La historia de la planta ha sido polémica. En la década de 1960, hubo diversos movimientos socioculturales, como el uso de las drogas. La marihuana marcó a toda una generación que la consumió durante un período que sería crucial en la historia universal.

Aquellos que pertenecen a la generación de los Baby Boomers, nacidos entre 1946 y 1964, son los que crecieron con ella. Ahora, el consumo de esta sustancia en la actualidad se ha triplicado a comparación de hace tres décadas.

La marihuana y sus diversos usos

Esta planta tiene muchas propiedades, pues en ella se encuentran más de 500 sustancias químicas que incluyen el tetrahidrocannabinol (THC) y el cannabidiol (CBD). La primera produce cambios en el comportamiento de quien la ingiere, mientras que la segunda puede tener efectos antiepilépticos. Estas dos interactúan a través de un sistema de comunicación intercelular para regular el endocannabinoide, la función del cerebral que regula la memoria, el humor, la adición, los sistemas de recompensa cerebral y los procesos metabólicos o balances de energía.

Su uso medicinal ha ido aumentando con el tiempo. (Foto de Luke Dray/Getty Images)

En territorios como Estados Unidos se le considera como una droga de tipo “Schedule I”, es decir, sin efectos beneficiosos en la salud de la sociedad. Esto ha impedido las investigaciones sobre usos medicinales con esta planta, pero otros países se han animado a estudiarla, como Israel, donde se ha demostrado que algunas enfermedades que afectan a los de la tercera edad pueden mejorar con el consumo de la marihuana, como el glaucoma y la falta de apetito por el SIDA o el cáncer. Además, la planta puede aliviar síntomas de esclerosis lateral amiotrófica (ALS) o del Síndrome de Estrés Post-traumático.

“Primero reconocer que el cannabis es la sustancia ilegal más cultivada, traficada y abusada en todo el mundo, incluso más que la anfetamina, la cocaína, los opioides y el éxtasis combinados. Actualmente se considera, según últimos estudios, que al menos 147 millones de personas la consumen en todo el mundo. Eso nos habla de la importancia y de la falta de atención también por parte de las autoridades incluso si se quiere ver desde el punto de vista medicinal”, dijo Manuel Guzmán, profesor de Bioquímica de la Universidad Complutense de Madrid (UCM).

La marihuana con fines medicinales puede ingerirse en productos alimenticios, aparte de fumarse. Se encuentra en gotas también, pero su uso en exceso podría tener más repercusiones que ventajas. Todo depende del tiempo y la dosis. Pueden generarse trastornos cognitivos que afectan la memoria, el pensamiento y la capacidad de resolver problemas, pues se genera una dificultad para concentrarse de forma adecuada. Entre más efectos, puede causar problemas del corazón, ya que se eleva la frecuencia de los latidos, aumentando así la presión arterial.

 

La forma de la hoja es muy conocida. (Foto de Scott Olson/Getty Images)

El riesgo de sufrir accidentes, trastornos psiquiátricos y dependencia a la sustancia se unen a la lista de negativas, pues se han hecho análisis que arrojan resultados de posible relación entre el uso de la marihuana y la depresión o esquizofrenia, así como existe el peligro de depender física o psicológicamente de su uso, sobre todo si se consume desde muy temprana edad.

 

“De todos los compuestos hay dos cannabinoides que son relevantes y de los que tenemos más conocimiento desde el punto de vista farmacológico: el THC que, es el responsable de la mayoría de las propiedades terapéuticas del cannabis, y el CBD, responsable de algunas otras propiedades terapéuticas. Evidentemente tienen relevancia terapéutica y se suscriben a los campos de la oncología y neurología; por eso es importante seguir con las investigaciones”, dijo el profesor de la UCM.

Si la marihuana interactúa con medicamentos, en especial ansiolíticos, se potencian los efectos en una combinación nociva. No debe mezclarse con medicina como diazepam (Valium), clonazepam (Klonopin), lorazepam (Ativan), zolpidem (Ambien), y barbitúricos como el fenobarbital (Donnatal), para evitar que la fluoxetina ocasione hipomanía, lo que crea serios problemas de comportamiento en el individuo.

Las variedades de marihuana en la actualidad son más potentes que en el pasado. Por eso mismo se argumenta que deben analizarse los efectos secundarios, para que su uso medicinal sea beneficioso y no perjudicial. Además, debe llevarse un control supervisado por expertos, para que la experiencia sea satisfactoria.

(Editado por Melanie Slone y LuzMarina Rojas-Carhuas)



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